Lo primero que hay que tener en cuenta y saber es:
Leer bien los ingredientes del producto, si tiene más de 5 ingredientes en su etiqueta estate alerta porque puede indicarnos que estamos ante un producto ultraprocesado.
Los primeros ingredientes nos indica que contiene más cantidad que el resto, van valorados de mayor a menor.
Evita comprar productos que en sus ingredientes desconozcas y aparezcan números, cómo por ejemplo: E621 esto quiere decir que tiene glutomato monosódico, si tienes cualquier duda sobre las letras que son conservadores de los alimentos, consultarlo en el buscador de «aditivos alimentarios» aesan.
Los gramos de azúcar no superen los 5 gramos y los de sal 1 gramo por cada 100 gramos de producto.
Más que tienes que saber…
Nutrientes que debemos evitar son, las grasas saturadas, el colesterol, sal y el azúcar.
Cuando te quieren vender el producto que no lleva azúcares pero si en sus ingredientes contiene; fructosa, sacarosa, glucosa, ágave, siropes… es poco saludable igualmente. Y cuidado con los edulcorantes aquellos que acaban en OL, xilitol, maltitol, sorbitol… estos edulcorantes no se absorben en tu totalidad al intestino delgado, el resto lo absorbe el intestino grueso lo que causa malestar en la mayoría de los casos (hinchazón, diarreas, gases..).
Los tipos de aceite que contenga siempre que sean aceite de oliva y que no sean refinados.
No te dejes influenciar que sean light o 0% azúcar, en la mayoría de los casos contienen edulcorantes o siropes.
Las pastas deben ser integrales 100% o de legumbres.
Sobre todo ver de donde viene el producto, porque cuanto más cerca de tu localidad sea, más sostenible será el producto y menos contaminante.